POESÍAS
Mamita preciosa mi dulce embeleso
deja que en tu cara deposite un beso,
deja que me ponga sobre tu regazo,
deja que te estreche en un tierno abrazo.
La Virgen me tenga cerquita de tí,
sin tu fiel amparo ¡qué fuera de mí!
Mamita, mamita te quiero, te quiero
con cariño hondo con amor sincero.
¡El alma niña!
Su clara luz risueña;
y la pequeña historia,
y la alegría de la vida nueva...
...¡Ah, volver a nacer, y andar camino,
ya recobrada la perdida senda!
Y volver a sentir en nuestra mano
aquel latido de la mano buena
de nuestra madre... Y caminar en sueños
por amor de la mano que nos guía.
A. Machado
Sólo la madre amorosa,
de sus hijos cuidadosa,
yace en vela;
y a su afecto reverente
es, de la vida inocente,
centinela.
¿Qué del hombre sucediera,
si a su lado no tuviera
en la infancia,
de una madre el dulce anhelo,
sus caricias, su consuelo,
su constancia?
Rafael Carvajal (1818-1881)
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